Posts Tagged ‘contaminación acústica’

Noviembre 2011 – El 12% de los malagueños ha cambiado de casa por ruidos

noviembre 4, 2011

Fuente: laopiniondemalaga.es

El tráfico rodado es la actividad que más molesta a los habitantes de Málaga, en concreto al 65% El 44% de los vecinos cree que su calle tiene una gran contaminación acústica

JOSÉ ANTONIO SAU Málaga lleva años perdiendo la batalla contra el ruido, pero, hasta ahora, los efectos de esa guerra silenciosa sólo se dejaban notar en contadas quejas vecinales y en los titulares de los periódicos; desde hace unos meses, las consecuencias de la confrontación son más graves: el 12% de los malagueños ha cambiado de residencia por la elevada contaminación acústica de su barrio, lo que da idea de lo que han tenido que soportar en los últimos años estos habitantes que, a buen seguro, se resistirán a denominar a Málaga «Ciudad del Paraíso».

A medida que en las dos últimas décadas las políticas medioambientales han ido penetrando paulatinamente en el discurso institucional, la lucha contra el ruido ha pasado a ocupar el primer plano en muchas concejalías. Incluso penalmente quien haga más ruido de la cuenta puede recibir un duro reproche.

Una estudio elaborado por el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento no deja lugar a dudas: el 7% de los ciudadanos ha realizado una queja oficial; los dos guarismos reseñados ponen de manifiesto, según los autores del análisis, «el alto grado de insatisfacción que genera el ruido en Málaga».

Hay siete fuentes externas y tres internas de ruido: el tráfico rodado, el ferroviario, el aeroportuario, las obras, las actividades de ocio, las industriales, las aglomeraciones, el provocado por los vecinos, el ruido que hacen los electrodomésticos y el de las instalaciones. Claramente, indica el estudio, es el tráfico rodado la fuente que más molesta: el 65% de los malagueños encuestados está bastante o muy molesto con los automóviles.

El 30% de los ciudadanos considera que su calle es ruidosa, y un 14% muy ruidosa; y hay más datos que dan una idea del nivel de hartazgo de la población para con la contaminación acústica: el 53% de los vecinos de Málaga está molesto o muy molesto con el ruido; sólo a dos de cada diez ciudadanos les afecta poco o nada el exceso de sonidos estridentes.

Lo que más quejas genera es el ruido ambiente, aunque sólo el 22,5% está molesto o muy molesto con el sonido generado por las actividades de ocio; además, casi el 60% se declara poco perturbado por la contaminación acústica que genera el ocio. El 57,9% de los vecinos de la capital se declara altamente perturbado por el ruido ambiente.

No hay molestias en días festivos

Pero, ¿dónde molesta más el ruido? ¿Y cuándo? «De las respuestas se pone de manifiesto que es ligeramente mayor la molestia cuando el ciudadano está en el exterior que cuando está en su vivienda, y que el horario más problemático es el laboral diurno seguido del laboral nocturno», concluyen los autores del estudio denominado Percepción del ruido por los ciudadanos de Málaga, que dedica un amplio apartado al paisaje deseado.

Paradójicamente, el ruido no es perturbador o fuente de preocupaciones en horario festivo. Los ciudadanos, además, consideran que el efecto más habitual es la dificultad para conciliar el sueño, aunque su valor promedio es entre «poco molesto y molestia regular». ¿Velan los consistorios por que se cumpla la legislación de ruido? El 61,7% opina que nada o poco, y el 10,4, bastante o mucho, según el informe.

Agosto 2011 – A mucho ruido, oidos sordos @EduardPunset

agosto 1, 2011

Fuente: eduardpunset.es

A veces la contaminación acústica es tan ofensiva y brutal –sobre todo si se tiene en cuenta que la mayor parte de la población española es mayor y, por lo tanto, tiene los oídos delicados– que no tiene perdón de Dios la inhibición de las autoridades ante esta ofensa al común de los ciudadanos.

 

Gremios como el de arquitectos y constructores de grandes aeropuertos son también cómplices de esta falta de consideración hacia las personas de edad y los discapacitados, a los que se obliga a recorrer pasillos interminables en nuestros sobredimensionados aeropuertos y estaciones de AVE. ¿Se es consciente de que tarde o temprano esta falta de educación y sentimientos hacia la sociedad será rechazada y hasta penalizada por los países modernos?

¿Quién no se ha visto obligado a cambiar no solo de acera, sino de calle, y acurrucar a los bebés para protegerlos de la agresión auditiva prodigada por una perforadora que, en pleno tránsito, aterra con sus ruidos a los transeúntes?

¿Han sufrido alguna vez el penetrante resonar del motor de una moto pilotada por un joven al que nadie ha tenido tiempo todavía de enseñar el respeto debido a sus semejantes? ¿Hasta qué grado puede llegar la incultura del público que no levanta la mano acusadora contra el delincuente que avasalla, amenaza y rompe el delicado sistema auditivo de los mayores? ¿Hasta dónde puede llegar la confusión entre los delitos tradicionales, como el robo de su cartera a un solo individuo y los destrozos colectivos causados por la violación de las reglas que, supuestamente, deberían impedir la contaminación acústica?

Muchos de nuestros amigos no han querido entrar en la edad moderna o en la sociedad de las nuevas tecnologías. Se fijan en los delitos tradicionales cometidos soliviantando a una sola persona, como el soborno, el robo, el engaño, la ocultación de la identidad, pero no les apetece todavía empatizar a nivel social, contribuir al bienestar de los colectivos impidiendo que los niños griten o lloren sin parar en los restaurantes o las plazas públicas, interfiriendo en la paz de los demás; no han querido entender que no se puede despedir a un empleado de su oficina a gritos por el móvil desde un vagón de tren, en el que se supone que los demás quieren pensar o trabajar en sus cosas.

Las propias Fuerzas de Seguridad no han adquirido la cultura necesaria para proteger a los ciudadanos de males que son perfectamente remediables, como la contaminación acústica; interferir en la libertad de movimiento de los ciudadanos, interrumpiendo sin explicación ni legitimidad el tráfico en una calle determinada; aplicar con rigidez sospechosa multas de tráfico por violaciones mínimas o violar las leyes haciendo que proliferen las escuchas telefónicas a ciudadanos.

Hay muchos más indicios de la insensibilidad de la gente a delitos cometidos por la propia autoridad pública, sin ser conscientes de ello ni la jerarquía delictiva ni el público. En un pueblo de la costa cerca de Barcelona, yo he soportado el anuncio repetido por altavoces estridentes e ininteligibles del propio Ayuntamiento, que recurre a desfasadas tecnologías para comunicar a sus conciudadanos los peligros de un mar agitado, de olvidar a los niños en plena ciudad o los avatares del estado del mar.

Dentro de pocos años se habrán equiparado las penalidades impuestas a los delitos de rateros con aquellas aplicadas a los cometidos por quienes no han querido enterarse de que el mundo ha cambiado; de que la tecnología permitirá eliminar la pugna tradicional entre los que no tenían nada y los que tenían algo a lo que aferrarse. Para ello, hará falta aceptar que no solo se puede atentar contra los demás robándoles la cartera, sino también interfiriendo en sus sentidos y sentimientos.

Febrero 2011 – EEUU Obligará que los vehículos eléctricos simulen ruido de motor

febrero 11, 2011

En Japón, los coches híbridos son uno de los artículos más populares, y los principales líderes a nivel mundial en lo que a fabricación de híbridos se refiere son Toyota, Honda y Nissan.

Estas compañías han demostrado las cualidades positivas que tiene el adquirir un coche híbrido en lugar de un coche convencional, la primera de ellas, el precio ya que ahorra mucha gasolina a largo plazo, la segunda que son buenos para el medio ambiente y la última que no generan ruido.

Precisamente el que no hagan ruido está viéndose como un problema ya que la falta de ruido de estos coches está provocando más accidentes en las ciudades debido a que las personas mayores, los invidentes y muchos ciudadanos, no están todavía acostumbrados al silencio de estos coches.

Debido a este problema, el ministerio japonés decidió organizar una reunión en la cual acudieron diversos profesionales de la industria automotriz para intentar resolver el problema. Una de las soluciones que llegaron, es agregar una función que provea de sonidos a los coches, pero esta idea sigue en discusión ya que si se lleva a cabo, se cree que se puede perjudicar a los habitantes que viven en zonas con alto trafico ya que se verán obligados a escuchar los coches pasar.

El principal problema de contaminación acústica en centros urbanos es el tráfico viario, y casi todas las acciones correctoras van en camino a disminuir el ruido producido por los vehículos, tanto por el de su motor, como el de los neumáticos al contacto con la calzada; mediante pantallas acústicas en grandes vías, asfaltos fonoabsorbentes, reducción de velocidades, empleo de badenes, reducción del ancho de vía para conseguir que se conduzca a menor velocidad, etc… Medidas las cuales todas ellas suponen un gran gasto para la sociedad, ya que su precio son muy elevados.

Increíblemente la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado una normativa por la que en 18 meses, todos los coches eléctricos e híbridos deben emitir algún tipo de ruido fácilmente reconocible cuando circulen a bajas velocidades. Será la NHTSA quien determine las características del sonido en cuestión.

Algo que parece ir en contra del sentido común y que propiciaría mayor contaminación acústica, debido a la imprudencia tanto de peatones como conductores que no están aún familiarizados con estos vehículos supersilenciosos y que son la gran solución a la contaminación acústica intra-urbana. Situaciones similares que sufren los usuarios de bicicletas en núcleos urbanos, o zonas céntricas donde se emplean tranvías eléctricos ultrasilenciosos, siendo la solución la educación vial y la prudencia.


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