Posts Tagged ‘Laboratorio Ensayos Acústicos’

Mayo 2012 – Documentos y formularios de interés contra el ruido

mayo 11, 2012

La asesoría jurídica Soler Luque,  ha puesto a la disposición del gran público una serie de documentos y formularios de gran interés para el inicio de la queja o reclamación formal ante la administración competente para notificar situaciones de afección acústica.  Dichos documentos se encuentran en formato .doc y son una buena herramienta para empezar el trámite correspondiente y que se tomen las primeras medidas al respecto.

Se recomienda contar con el asesoramiento tanto técnico como jurídico de expertos en dichas áreas para que estos procedimientos se realicen de la forma más diligente.

También os dejamos con un vídeo colgado en su página web donde habla acerca del ruido del ocio nocturno en el centro de málaga.

Diciembre 2011 – Piden 7 años y medio de cárcel a una pianista profesional por tocar en casa

diciembre 27, 2011

Entrevista de vídeo de la denunciada

Fuente: antena3.com

La Fiscalía de Girona ha pedido siete años y medio de cárcel y cuatro de inhabilitación para ejercer de pianista a la intérprete y profesional Laia M. y a sus padres, por lo que se les acusa de un delito contra el medio ambiente por contaminación acústica y otro de lesiones psíquicas a la denunciante, Sonia B., han confirmado fuentes judiciales.

La familia instaló en octubre de 2003 en su domicilio de Puigcerdà (Girona) un piano para que practicara Laia M., de 26 años, que estaba cursando estudios oficiales de música’.

Según la calificación fiscal, tocaba el instrumento a cinco días a la semana de 9 a 13 horas y de 14 a 18 horas, sin que la sala donde ensayaba estuviera insonorizada, de modo que superó «el nivel máximo de inmisión sonora» permitido por ley.

Su abogado, Marc Molins Raich, ha tachado la petición de la condena de «grave error técnico» porque, a su juicio, no se puede considerar el ruido de un piano como fuente de contaminación acústica lesiva del medio ambiente (que es uno de los delitos que se les imputan), como sería el caso del ruido de una discoteca o de un aeropuerto.

Además argumenta que este hecho no tendría que haberse criminalizado sino que, en el supuesto de que los hechos que atribuye la Fiscalía fueran ciertos, «tendrían que haberse enjuiciado, como máximo, por vía civil o administrativa».

«Hablaríamos de proporcionalidad (del delito con respecto a la pena) si el núcleo de la acusación fuera acertado pero no lo es. Es una injusticia», ha declarado Molins, quien ha asegurado que la acusación también representa una hostilidad hacia esta la que considera una joven promesa de la música catalana, que ha estudiado en el Conservatorio del Liceu de Barcelona.

Requerimientos desatendidos
Según el escrito del fiscal, después de que la vecina Sonia B. denunciara en marzo de 2006 a los acusados ante el Ayuntamiento de Puigcerdà, el consistorio visitó en cuatro ocasiones (entre marzo de 2006 y febrero de 2007) a la familia de la pianista para que insonorizaran en un plazo de 15 días la habitación del piano, unos requerimientos que fueron desatendidos.

A consecuencia del «ruido» del piano, la vecina pidió la baja laboral por lesiones psíquicas como ansiedad, alteraciones en el sueño y episodios de pánico, además de problemas de gestación en los últimos meses de embarazo, de manera que recibió terapia y tratamiento psiquiátrico.

Además de la pena de prisión por el delito contra el medio ambiente, la Fiscalía de Girona solicita una multa de 10.000 euros, y de 9.900 de indemnización a la víctima por sus 108 días de baja laboral.

Reacción de la fiscalía
La Fiscalía del TSJC ha querido matizar en un comunicado que la Fiscalía de Girona podrá modificar su escrito y atenuar su petición inicial (7 años y medio de prisión) si en el juicio se apreciara «una disminución de los efectos de la actividad molesta o una adopción de medidas correctoras eficaces». Asimismo, también estudiará un indulto parcial para los acusados si la sentencia condena a los acusados a unas penas de prisión «excesivamente rigurosas».

Noviembre 2011 – El 12% de los malagueños ha cambiado de casa por ruidos

noviembre 4, 2011

Fuente: laopiniondemalaga.es

El tráfico rodado es la actividad que más molesta a los habitantes de Málaga, en concreto al 65% El 44% de los vecinos cree que su calle tiene una gran contaminación acústica

JOSÉ ANTONIO SAU Málaga lleva años perdiendo la batalla contra el ruido, pero, hasta ahora, los efectos de esa guerra silenciosa sólo se dejaban notar en contadas quejas vecinales y en los titulares de los periódicos; desde hace unos meses, las consecuencias de la confrontación son más graves: el 12% de los malagueños ha cambiado de residencia por la elevada contaminación acústica de su barrio, lo que da idea de lo que han tenido que soportar en los últimos años estos habitantes que, a buen seguro, se resistirán a denominar a Málaga «Ciudad del Paraíso».

A medida que en las dos últimas décadas las políticas medioambientales han ido penetrando paulatinamente en el discurso institucional, la lucha contra el ruido ha pasado a ocupar el primer plano en muchas concejalías. Incluso penalmente quien haga más ruido de la cuenta puede recibir un duro reproche.

Una estudio elaborado por el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento no deja lugar a dudas: el 7% de los ciudadanos ha realizado una queja oficial; los dos guarismos reseñados ponen de manifiesto, según los autores del análisis, «el alto grado de insatisfacción que genera el ruido en Málaga».

Hay siete fuentes externas y tres internas de ruido: el tráfico rodado, el ferroviario, el aeroportuario, las obras, las actividades de ocio, las industriales, las aglomeraciones, el provocado por los vecinos, el ruido que hacen los electrodomésticos y el de las instalaciones. Claramente, indica el estudio, es el tráfico rodado la fuente que más molesta: el 65% de los malagueños encuestados está bastante o muy molesto con los automóviles.

El 30% de los ciudadanos considera que su calle es ruidosa, y un 14% muy ruidosa; y hay más datos que dan una idea del nivel de hartazgo de la población para con la contaminación acústica: el 53% de los vecinos de Málaga está molesto o muy molesto con el ruido; sólo a dos de cada diez ciudadanos les afecta poco o nada el exceso de sonidos estridentes.

Lo que más quejas genera es el ruido ambiente, aunque sólo el 22,5% está molesto o muy molesto con el sonido generado por las actividades de ocio; además, casi el 60% se declara poco perturbado por la contaminación acústica que genera el ocio. El 57,9% de los vecinos de la capital se declara altamente perturbado por el ruido ambiente.

No hay molestias en días festivos

Pero, ¿dónde molesta más el ruido? ¿Y cuándo? «De las respuestas se pone de manifiesto que es ligeramente mayor la molestia cuando el ciudadano está en el exterior que cuando está en su vivienda, y que el horario más problemático es el laboral diurno seguido del laboral nocturno», concluyen los autores del estudio denominado Percepción del ruido por los ciudadanos de Málaga, que dedica un amplio apartado al paisaje deseado.

Paradójicamente, el ruido no es perturbador o fuente de preocupaciones en horario festivo. Los ciudadanos, además, consideran que el efecto más habitual es la dificultad para conciliar el sueño, aunque su valor promedio es entre «poco molesto y molestia regular». ¿Velan los consistorios por que se cumpla la legislación de ruido? El 61,7% opina que nada o poco, y el 10,4, bastante o mucho, según el informe.

Octubre 2011 – El ruido de los bares de copas y terrazas, la peor pesadilla para miles de malagueños

octubre 31, 2011

Fuente: diariosur.es

Los vecinos de El Romeral tienen la sensación de haber ganado una batalla, aunque también son conscientes de que aún les queda mucho camino por recorrer para llevarse el triunfo en la guerra contra el ruido que les impide conciliar el sueño hasta altas horas de la madrugada. Tanto esta barriada de Teatinos como el paseo marítimo de Pedregalejo serán incluidos en el mapa de ruidos de Málaga como zonas acústicamente saturadas por el exceso de decibelios que desprenden los pubs y las terrazas de bares y restaurantes. Con este paso, el Ayuntamiento de Málaga afina en la localización de los ‘puntos negros’ de la ciudad, cuya primera consecuencia es que no se abrirán más locales de música y ocio, aunque ello tampoco tiene por qué suponer el fin problema.
Ahí está el ejemplo del Centro, que diez años después de recibir esta calificación (se superaron los 75 decibelios, el equivalente al ruido que emite la maquinaria industrial) la convivencia de ocio y descanso sigue siendo una quimera, aunque ahora no tanto por la movida como por las terrazas. «La situación ha mejorado a medida que se elimina el botellón y se insonorizan los pubs y discotecas, pero lo que ahora nos impide estar tranquilos en casa es la invasión de mesas y sillas en cualquier esquina», se queja José Carlos Navarro, uno de los cerca de diez mil afectados del casco histórico.
La situación es prácticamente calcada en El Romeral, donde la apertura de bares, restaurantes y cafeterías en el eje formado por la avenida Plutarco y las calles Andrómeda y Antígona trae en jaque a cerca de dos mil residentes. «A todos nos gusta salir a cenar y disfrutar con los amigos, pero el derecho de unos acaba cuando empieza el derecho de los demás. Ha habido familias que han tenido que vender sus casas porque no podían vivir así», comenta el presidente de la asociación de vecinos de esta barriada, Romualdo Núñez, para quien la raíz del conflicto está en la «falta de control municipal» en la ocupación de la vía pública. «Lo que no se puede permitir, y de momento se está permitiendo, es que un negocio con licencia para diez mesas luego ponga treinta o cuarenta», recalca.
Con este panorama, no es de extrañar que personas como Núñez estén encantados con la llegada del frío y la lluvia. «El mal tiempo nos viene bien; en verano esto llega a ser insoportable», recalca.
La misma sensación de alivio temporal tienen los residentes en las principales zonas de ocio de la provincia. Solo en los grandes municipios, serían más de veinte mil las personas con insomnio forzoso, empezando por Puerto Marina y la plaza Solymar en Benalmádena Costa; Puerto Banús y la plaza de los Olivos en Marbella; o Puerto Sol y Puerto Paraíso en Estepona. El entorno de los recintos náuticos en estas localidades se convierten cada fin de semana en epicentro de la marcha nocturna con un hervidero de gente para fortuna de los negocios, pero también para desgracia de quienes intentan dormir unos metros más arriba. Algo prácticamente imposible con los niveles de ruido registrados en la medición que técnicos de la Junta realizaron en varios apartamentos de Puerto Marina el 18 de agosto de 2010: 68 decibelios, y eso que era miércoles.
Benalmádena, a los tribunales
Precisamente esa medición fue la gota que colmó el vaso para la treintena de sufridos residentes que el pasado mes de abril presentaron una demanda contra el Ayuntamiento de Benalmádena, al que reprochan que haya mirado para otro lado durante años a la hora de vigilar el cumplimiento de los horarios de cierre, la insonorización de los locales o la prohibición de los altavoces en el exterior. El gobierno municipal respondió en agosto con decretos de cierre de los pubs y discotecas si no eliminan la música exterior y cierran las terrazas a las dos de la madrugada, aunque de momento pocas cosas han cambiado. «Estamos hartos de buenas palabras y compromisos que no se cumplen. Lo único que queremos es poder descansar sin que nos retumben las paredes», afirma uno de los 31 integrantes de esta cruzada judicial que prefiere guardar el anonimato.
En cualquier caso, se han asesorado bien, ya que cuentan con los servicios del abogado que llevó el caso de los 18 vecinos de El Copo a los que el Tribunal Supremo dio la razón en 2008 condenando al Consistorio de Vélez a indemnizarles con 156.000 euros a cada uno, la mayor sanción hasta la fecha en España por contaminación acústica. Desde entonces, las cosas han dado un giro de 180 grados, hasta el punto de que, pese a que el ambiente actual de este enclave de Torre del Mar nada tiene que ver con la de hace unos años, la Administración municipal ha iniciado los trámites para declararla zona saturada acústicamente para impedir la apertura de nuevos establecimientos de ocio. El otro punto conflictivo en la Axarquía es Nerja, concretamente en la céntrica plaza Tutti-Frutti con una docena de pubs y discotecas que trastocan los planes de descanso de un millar de personas.

Octubre 2011 – Niveles de ruido en España se dispararon en 2010 por el Mundial de Futbol

octubre 28, 2011

 

Fuente: abc.es

Los niveles globales de ruido registrados en 2010 en la ciudades españolas fueron mayores a los de otros años debido a la celebración de la victoria de España en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, según un estudio de la Universidad de Extremadura (UEx).

El informe sobre los efectos del Mundial de Fútbol en los niveles de ruido señala que el promedio anual de decibelios se incrementó hasta en 0,7 puntos por la alegría que provocó la selección española.

Así lo ha explicado, en declaraciones a Efe, el responsable del Laboratorio de Acústica de la UEx, Juan Miguel Barrigón, quien ha apuntado que la noche en la que se conquistó el título se superó en un 35 por ciento el nivel de ruido que aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) en horario nocturno, situado en 55 decibelios.

También se superaron los niveles diurnos aconsejados, situados en 70 decibelios.

El momento más ruidoso fue la noche del 11 de julio, cuando Andrés Iniesta marcó el gol que proclamó a España campeona del mundo, con unos índices sonoros que superaron los 80 decibelios.

Los datos de sonoridad han sido recogidos mediante un sonómetro situado en la fachada de la avenida Virgen de la Montaña de Cáceres, aunque se pueden extrapolar al resto de España, teniendo en cuenta que en la mayoría de poblaciones hubo celebraciones.

El índice total de ruido de 2010 superó al de otros años por las cinco horas posteriores de júbilo a la conclusión del partido frente a Holanda.

Barrigón ha presentado estas conclusiones, junto al equipo del departamento de Física Aplicada de la Escuela Politécnica de la UEX, en el 42º Congreso Nacional de Acústica «Tecniacústica 2011», que se celebra en Cáceres hasta el próximo viernes, 28 de octubre.

Según ha detallado a Efe, los niveles de ruido también se incrementaron los días 3 y 4 de julio, durante el partido de cuartos de final Paraguay-España, cuando se superaron los 70 decibelios.

Asimismo, los días 7 y 8 de julio, con motivo de la semifinal Alemania-España, se alcanzó la barrera de los 74 decibelios.

A su juicio, se trata de unos índices elevados, si se tiene en cuenta que los niveles sonoros registrados en Cáceres entre 2006 y 2009 no superaron los 70 decibelios durante el promedio nocturno.

Es una subida de ruido «enorme», según Barrigón, que también disparó el consumo de energía y que se produjo por el aumento del tráfico rodado, el uso de bocina y los gritos, entre otros agentes

Octubre 2011 – Llucmajor facturará a los vecinos las mediciones de ruidos

octubre 27, 2011

Pagarán entre 496 y 864 euros si la prueba no supera el límite de decibelios, mientras que si es positiva lo reembolsará el denunciado.

Fuente: diariodemallorca.es

Ayuntamiento de Llucmajor aprobará en el pleno municipal de hoy una nueva tasa por realizar mediciones de ruidos en locales y establecimientos, que oscilará entre los 496 y los 864 euros según cuándo se realice el control.
Las pruebas de volumen se practican a partir de denuncias por exceso de ruidos. Las mediciones son un servicio municipal que, en el caso de Llucmajor, están subcontratadas a una empresa privada.
A partir de la entrada en vigor de esta tasa, la tarifa de medición de ruidos recaerá o bien sobre el demandado o bien sobre el demandante.
En caso de que la persona que interponga la denuncia tenga razón y el local exceda el límite de decibelios, el establecimiento habrá de pagar la tasa, mientras que si el volumen no supera el máximo permitido, será el vecino denunciante quien tendrá que asumir el coste del servicio municipal.
El precio de la medición de ruidos oscilará entre los 496 y los 864 euros. La tarifa más baja (496 euros) corresponde a las pruebas que se realicen en horario diurno de lunes a viernes. Si el equipo ha de desplazarse en horario nocturno en días laborales, el coste ascenderá a 616 euros.
Los fines de semana realizar una medición será todavía más caro, ya que la tarifa de los sábados será de 772 euros, mientras que los domingos y los días festivos se pagará la cuantía más elevada (864 euros).
Diario de Mallorca intentó repetidamente ponerse en contacto con el regidor de Medio Ambiente, Joan Antoni Amengual (PP), para conocer el porqué de esta nueva tasa. Hoy se someterá a votación en el pleno municipal y, previsiblemente, será aprobada con los votos a favor del PP, que ostenta la mayoría absoluta en el municipio.

Un problema para los vecinos
Esta nueva ordenanza fiscal podría suponer un problema para los vecinos que quieran denunciar los excesos de ruido, sobre todo en los casos más cercanos al límite legal.
Actualmente, este tipo de quejas vecinales son frecuentes en la zona costera de s´Arenal y, muy especialmente, en verano.
El aumento de la población durante la temporada alta turística supone la apertura de más establecimientos de ocio nocturno, que conllevan la presencia de más ruido y, en algunos casos, pueden suponer un problema para el descanso de los vecinos.

Octubre 2011 – El ayuntamiento pagará medio millón de euros a dos vecinos por el ruido de la estación

octubre 4, 2011

Fuente: Cristina González | Marbella | Diariosur.es

 

El ruido de motores, de claxon y de tubos de escape que no están en su mejor momento, amén de la megafonía, van a salirles caros al Ayuntamiento de Marbella. Más de medio millón de euros para ser exactos. El Consistorio ha ordenado el pago de 584.888,66 euros, ni un euro más, ni un euro menos, a favor de los herederos de las dos personas que en su día decidieron interponer sendas denuncias contra la administración municipal al considerarse damnificadas por la actividad de la estación de autobuses, ubicada en la zona norte del casco urbano, junto a la autovía A-7. Según el decreto al que ha tenido acceso este periódico, el coordinador general de Hacienda y Administración Pública, Carlos Rubio, ha dado el visto bueno a este mandamiento de pago en concepto del resto de indemnización por «inmisiones ruidosas y molestas que produce sobre la vivienda de los actores la actividad de la estación de servicio de autobuses». Esto es, por las molestias que la terminal les ocasiona en su vida diaria.
No es un desembolso que se realice graciosamente. En el mismo escrito, se alude a la sentencia de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Málaga de fecha de julio de 2008, que estima en parte el recurso interpuesto y que condena al Ayuntamiento a que indemnice a los herederos de las personas, ya fallecidas, que interpusieron el pleito contra la administración local. Dos años más tarde, según refleja el decreto rubricado el pasado mes de agosto por el coordinador general de Hacienda de Marbella, un auto fijó la cuantía global de la indemnización en 684.888,66 euros, por lo que se deduce que el resto ya habría sido abonado.
Desde el Ayuntamiento no quisieron pronunciarse ayer sobre este importante desembolso que tendrán que realizar en un momento en que las finanzas municipales no pasan por su mejor momento. El hermetismo es total, pese a que, según las fuentes consultadas por este periódico, las denuncias interpuestas por estas familias se remontan a equipos de gobiernos anteriores al actual y tendrían que ver con la época en la que se decidió trasladar la estación de autobuses de la zona centro al extrarradio, al área conocida como Xarblanca, de fácil acceso desde la autovía pero donde hasta entonces apenas había viviendas unifamiliares a las que se les alteró la tranquilidad con el trasiego de autocares, de taxis y de vehículos particulares.
Precisamente el equipo de gobierno anunció hace apenas dos semanas que va a encomendar a una empresa la gestión de la terminal, blanco de las críticas de los usuarios por el estado de abandono de las instalaciones. Ayer, el concejal del Grupo Municipal Socialista, Enrique Piñero, al hilo de esta indemnización millonaria, exigió al Ayuntamiento que solvente los problemas de ruido de la estación de autobuses que afectan a los vecinos, al tiempo que calificó de «inaudito» que la actual concesionaria, la empresa Portillo, pueda optar otra vez a la gestión de la estación.
Más afectados
Piñero consideró que Portillo es la «responsable» de que el Ayuntamiento tenga que indemnizar con más de 584.000 euros a estos vecinos de la estación de autobuses. Es más, advirtió de que esta cantidad podría aumentar si otros residentes de la zona se deciden a seguir el mismo camino. «Tenemos conocimiento de que hay muchas más personas afectadas dispuestas a emprender acciones legales por los daños causados durante los últimos años», dijo.
Para el concejal socialista, el Ayuntamiento demuestra «mala gestión» y «falta de responsabilidad» con los vecinos de la zona ante la situación creada «por el mal acondicionamiento de la estación de autobuses, que corresponde a la empresa adjudicataria de la explotación y que además tiene bastantes quejas en la prestación de servicios». Entre ellas, Piñero recordó que el transporte urbano adolece de falta de puntualidad, mal funcionamiento de las plataformas elevadoras para minusválidos o dejación de servicios en algunas zonas.

Vecinos del centro denunciarán al Ayuntamiento por los casos de ruido

septiembre 7, 2011

Fuente: Raquel Garrido | malagahoy.es

 

Terrazas atestadas de gente durante todo el día, demasiados bares de música con mal aislamiento acústico y botellones multitudinarios. Los vecinos del centro histórico de la capital malagueña llevan años sufriendo esta situación y hartos de esperar una solución que no termina de llegar por parte del Ayuntamiento han decidido a partir de ahora denunciarlo ante los tribunales por los casos a los que no se dé remedio.

Los vecinos del entorno de las calles Císter y Alcazabilla sentaron un precedente cuando hace sólo unas semanas decidieron denunciar al Consistorio malagueño por «dejadez» a la hora de controlar y disolver a los miles de jóvenes que se concentraron para beber durante la Feria en esta zona y que les impidieron incluso entrar en sus viviendas. Ahora los residentes de la calle Nosquera, también en el centro, se plantean seguir el ejemplo y llevar por la vía judicial el exceso de ruido que sufren por culpa de los bares de música.

Así lo confirmó ayer a este periódico la presidenta de la asociación vecinal del Centro Antiguo, María José Soria, que insistió en la situación es «insoportable» y que a la vista de que consideran que «no hay interés político en solucionar este problema vamos a tener que tomar medidas drásticas y denunciar al Ayuntamiento».

La presión que ejerce el sector de la hostelería y la larga tramitación burocrática que suelen llevar aparejados las denuncias por ruido hacen que sólo un tercio de los casos se solucionen antes de llegar a los tribunales.

La pasada Feria fue la gota que colmó el vaso para los vecinos que residen en la parte antigua de la ciudad, pero la concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, Ana Navarro, defendió la actuación de su área y aseguró que «somos muy estrictos en el cumplimiento de la ordenanza y hacemos todo lo que está en nuestra mano».

Los bares de música del centro, señaló, están continuamente controlados y «si hay alguno que incumpla los niveles de ruido o no tiene licencia es sancionado e incluso se le precinta el equipo de música». La edil achacó a la ley antitabaco el incremento de las quejas por ruido debido a la gente que sale a fumar a la calle y «lo difícil es que la Policía Local los pille en el momento».

Aunque los vecinos del casco antiguo de la ciudad aseguran que la culpa no la tiene la ley antitabaco que entró en vigor el pasado 1 de enero y que el problema viene de mucho más atrás, la Oficina del Defensor del Ciudadano de Málaga ha recibido 42 quejas desde principios de año por problemas de ruido. La mayoría son por el incumplimiento de los horarios establecidos para las terrazas de bares y restaurantes que «no quieren perder la clientela fumadora y alargan la hora del cierre sin pensar en el perjuicio de los que viven en la zona y quieren descansar», explicó el defensor del Ciudadano, Francisco Gutiérrez.

Otras ocho quejas recibidas por esta oficina se refieren al ruido producido por discotecas del centro que no respetan los niveles permitidos. Pero el problema no sólo se reduce al centro histórico, la zona de Echevarría de El Palo y Huelin, y parte de Teatinos también concentran altos niveles de ruido que está desesperando a los vecinos. Según Gutiérrez, la situación se ha agravado en los últimos meses y «el descanso es un derecho constitucional que si no lo resuelven los ayuntamientos sólo queda la vía judicial que es la que está dando muy buenos resultados».

La solución a esta situación no resulta tan fácil para la concejal de Medio Ambiente, que recordó la necesidad de «compatibilizarlo con los intereses de un sector económico que está dando mucho trabajo en esta época».

Agosto 2011 – A mucho ruido, oidos sordos @EduardPunset

agosto 1, 2011

Fuente: eduardpunset.es

A veces la contaminación acústica es tan ofensiva y brutal –sobre todo si se tiene en cuenta que la mayor parte de la población española es mayor y, por lo tanto, tiene los oídos delicados– que no tiene perdón de Dios la inhibición de las autoridades ante esta ofensa al común de los ciudadanos.

 

Gremios como el de arquitectos y constructores de grandes aeropuertos son también cómplices de esta falta de consideración hacia las personas de edad y los discapacitados, a los que se obliga a recorrer pasillos interminables en nuestros sobredimensionados aeropuertos y estaciones de AVE. ¿Se es consciente de que tarde o temprano esta falta de educación y sentimientos hacia la sociedad será rechazada y hasta penalizada por los países modernos?

¿Quién no se ha visto obligado a cambiar no solo de acera, sino de calle, y acurrucar a los bebés para protegerlos de la agresión auditiva prodigada por una perforadora que, en pleno tránsito, aterra con sus ruidos a los transeúntes?

¿Han sufrido alguna vez el penetrante resonar del motor de una moto pilotada por un joven al que nadie ha tenido tiempo todavía de enseñar el respeto debido a sus semejantes? ¿Hasta qué grado puede llegar la incultura del público que no levanta la mano acusadora contra el delincuente que avasalla, amenaza y rompe el delicado sistema auditivo de los mayores? ¿Hasta dónde puede llegar la confusión entre los delitos tradicionales, como el robo de su cartera a un solo individuo y los destrozos colectivos causados por la violación de las reglas que, supuestamente, deberían impedir la contaminación acústica?

Muchos de nuestros amigos no han querido entrar en la edad moderna o en la sociedad de las nuevas tecnologías. Se fijan en los delitos tradicionales cometidos soliviantando a una sola persona, como el soborno, el robo, el engaño, la ocultación de la identidad, pero no les apetece todavía empatizar a nivel social, contribuir al bienestar de los colectivos impidiendo que los niños griten o lloren sin parar en los restaurantes o las plazas públicas, interfiriendo en la paz de los demás; no han querido entender que no se puede despedir a un empleado de su oficina a gritos por el móvil desde un vagón de tren, en el que se supone que los demás quieren pensar o trabajar en sus cosas.

Las propias Fuerzas de Seguridad no han adquirido la cultura necesaria para proteger a los ciudadanos de males que son perfectamente remediables, como la contaminación acústica; interferir en la libertad de movimiento de los ciudadanos, interrumpiendo sin explicación ni legitimidad el tráfico en una calle determinada; aplicar con rigidez sospechosa multas de tráfico por violaciones mínimas o violar las leyes haciendo que proliferen las escuchas telefónicas a ciudadanos.

Hay muchos más indicios de la insensibilidad de la gente a delitos cometidos por la propia autoridad pública, sin ser conscientes de ello ni la jerarquía delictiva ni el público. En un pueblo de la costa cerca de Barcelona, yo he soportado el anuncio repetido por altavoces estridentes e ininteligibles del propio Ayuntamiento, que recurre a desfasadas tecnologías para comunicar a sus conciudadanos los peligros de un mar agitado, de olvidar a los niños en plena ciudad o los avatares del estado del mar.

Dentro de pocos años se habrán equiparado las penalidades impuestas a los delitos de rateros con aquellas aplicadas a los cometidos por quienes no han querido enterarse de que el mundo ha cambiado; de que la tecnología permitirá eliminar la pugna tradicional entre los que no tenían nada y los que tenían algo a lo que aferrarse. Para ello, hará falta aceptar que no solo se puede atentar contra los demás robándoles la cartera, sino también interfiriendo en sus sentidos y sentimientos.

Junio 2011 – La Audiencia mantiene imputadas a dos exconcejalas de Málaga en un caso por ruido

junio 29, 2011

Rechaza el recurso presentado por Patricia Marín y Araceli González, a las que se atribuye un presunto delito de prevaricación por omisión

Fuente: Juan Cano | Diariosur.es

Los tribunales asisten a una nueva batalla judicial por el ruido en la que los vecinos han ganado el último de los asaltos disputados hasta el momento. Pero los golpes, esta vez, no solo han ido dirigidos contra el negocio que generaba el supuesto exceso de decibelios. La Audiencia Provincial mantiene como imputadas a las exconcejalas de Medio Ambiente Patricia Marín y Araceli González por un presunto delito de prevaricación por omisión al considerar que no actuaron debidamente contra el establecimiento denunciado, según la resolución judicial, a la que ha tenido acceso SUR.
La causa se inició a raíz de una querella presentada por un grupo de vecinos contra el restaurante Limonar 40, ubicado en el paseo del mismo nombre, motivada por el exceso de ruido que procedía del establecimiento, debido a que este usó como reclamo el recurso de la música, según la Audiencia. Los afectados presentaron dos informes periciales. El primero, fechado en septiembre de 2007, establecía que se superaba en 12 decibelios el límite permitido en la zona; el segundo, de agosto de 2010, elevaba el nivel de contaminación acústica a 24 decibelios.
El caso se siguió en el Juzgado de Instrucción 12 de Málaga, que citó las dos exconcejalas, imputadas por presunta prevaricación; así como a los responsables de la empresa propietaria del local y la que alquiló una parte del mismo para explotar el negocio, que han sido imputados por un supuesto delito contra el medio ambiente, según el auto de apertura de procedimiento abreviado.
Continuas denuncias
Las quejas de estos vecinos por el nivel sonoro de la música del restaurante derivó en varias denuncias formuladas por la Policía Local y por los propios afectados que tuvieron entrada en las áreas de Medio Ambiente y Comercio del Ayuntamiento de Málaga entre 2005 y 2008.
Como consecuencia, se abrieron varios expedientes en los que se acordó el precinto del equipo de música y la imposición de sendas multas de 3.000 y 6.000 euros, lo que, según la Audiencia, «parece haber tenido para los responsables del negocio más el carácter de broma que de verdadera sanción».
La jueza imputó a las exconcejalas al entender que ambas se encontraban en una posición de dominio y capacidad de decisión; «[…] teniendo recursos legales para evitar el daño, no lo hicieron, con una clara dejación de su deber», reflejó la instructora en un auto.
Las dos exedilas y los responsables de la empresa dueña del local recurrieron sus respectivas imputaciones. Patricia Marín, que fue concejala entre 2005 y 2007, alegó que ella no era la responsable en la materia, según recoge la resolución judicial. Araceli González, que la sucedió en el cargo, argumentó que la actividad de su departamento se materializó en las dos sanciones impuestas.
La Audiencia rechazó estas alegaciones, ya que, pese a las multas, no ordenaron inspección alguna del establecimiento. La Sección Segunda desestimó los recursos de apelación presentados al considerar que la actuación observada constituía un medio para «cerrar los ojos de manera consciente» ante una situación, «como es la que aquí sucedía, que precisaba de una intervención urgente», recoge la resolución.

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