Posts Tagged ‘Ruidos’

Noviembre 2011 – Ruido de fondo, un documental del «Escarabajo Verde» en RTVE.es

noviembre 14, 2011

Os dejamos el enlace al documental del equipo de RTVE «El Escarabajo Verde» del pasado viernes llamado «Ruido de Fondo» en el cual se muestra el problema de convivir con contaminación acústica, los daños que produce y ejemplos de medidas correctoras que se han tomado al respecto en algunos casos.

http://www.rtve.es/television/20111110/ruido-fondo/474487.shtml

 

Noviembre 2011 – El 12% de los malagueños ha cambiado de casa por ruidos

noviembre 4, 2011

Fuente: laopiniondemalaga.es

El tráfico rodado es la actividad que más molesta a los habitantes de Málaga, en concreto al 65% El 44% de los vecinos cree que su calle tiene una gran contaminación acústica

JOSÉ ANTONIO SAU Málaga lleva años perdiendo la batalla contra el ruido, pero, hasta ahora, los efectos de esa guerra silenciosa sólo se dejaban notar en contadas quejas vecinales y en los titulares de los periódicos; desde hace unos meses, las consecuencias de la confrontación son más graves: el 12% de los malagueños ha cambiado de residencia por la elevada contaminación acústica de su barrio, lo que da idea de lo que han tenido que soportar en los últimos años estos habitantes que, a buen seguro, se resistirán a denominar a Málaga «Ciudad del Paraíso».

A medida que en las dos últimas décadas las políticas medioambientales han ido penetrando paulatinamente en el discurso institucional, la lucha contra el ruido ha pasado a ocupar el primer plano en muchas concejalías. Incluso penalmente quien haga más ruido de la cuenta puede recibir un duro reproche.

Una estudio elaborado por el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento no deja lugar a dudas: el 7% de los ciudadanos ha realizado una queja oficial; los dos guarismos reseñados ponen de manifiesto, según los autores del análisis, «el alto grado de insatisfacción que genera el ruido en Málaga».

Hay siete fuentes externas y tres internas de ruido: el tráfico rodado, el ferroviario, el aeroportuario, las obras, las actividades de ocio, las industriales, las aglomeraciones, el provocado por los vecinos, el ruido que hacen los electrodomésticos y el de las instalaciones. Claramente, indica el estudio, es el tráfico rodado la fuente que más molesta: el 65% de los malagueños encuestados está bastante o muy molesto con los automóviles.

El 30% de los ciudadanos considera que su calle es ruidosa, y un 14% muy ruidosa; y hay más datos que dan una idea del nivel de hartazgo de la población para con la contaminación acústica: el 53% de los vecinos de Málaga está molesto o muy molesto con el ruido; sólo a dos de cada diez ciudadanos les afecta poco o nada el exceso de sonidos estridentes.

Lo que más quejas genera es el ruido ambiente, aunque sólo el 22,5% está molesto o muy molesto con el sonido generado por las actividades de ocio; además, casi el 60% se declara poco perturbado por la contaminación acústica que genera el ocio. El 57,9% de los vecinos de la capital se declara altamente perturbado por el ruido ambiente.

No hay molestias en días festivos

Pero, ¿dónde molesta más el ruido? ¿Y cuándo? «De las respuestas se pone de manifiesto que es ligeramente mayor la molestia cuando el ciudadano está en el exterior que cuando está en su vivienda, y que el horario más problemático es el laboral diurno seguido del laboral nocturno», concluyen los autores del estudio denominado Percepción del ruido por los ciudadanos de Málaga, que dedica un amplio apartado al paisaje deseado.

Paradójicamente, el ruido no es perturbador o fuente de preocupaciones en horario festivo. Los ciudadanos, además, consideran que el efecto más habitual es la dificultad para conciliar el sueño, aunque su valor promedio es entre «poco molesto y molestia regular». ¿Velan los consistorios por que se cumpla la legislación de ruido? El 61,7% opina que nada o poco, y el 10,4, bastante o mucho, según el informe.

Octubre 2011 – El ruido de los bares de copas y terrazas, la peor pesadilla para miles de malagueños

octubre 31, 2011

Fuente: diariosur.es

Los vecinos de El Romeral tienen la sensación de haber ganado una batalla, aunque también son conscientes de que aún les queda mucho camino por recorrer para llevarse el triunfo en la guerra contra el ruido que les impide conciliar el sueño hasta altas horas de la madrugada. Tanto esta barriada de Teatinos como el paseo marítimo de Pedregalejo serán incluidos en el mapa de ruidos de Málaga como zonas acústicamente saturadas por el exceso de decibelios que desprenden los pubs y las terrazas de bares y restaurantes. Con este paso, el Ayuntamiento de Málaga afina en la localización de los ‘puntos negros’ de la ciudad, cuya primera consecuencia es que no se abrirán más locales de música y ocio, aunque ello tampoco tiene por qué suponer el fin problema.
Ahí está el ejemplo del Centro, que diez años después de recibir esta calificación (se superaron los 75 decibelios, el equivalente al ruido que emite la maquinaria industrial) la convivencia de ocio y descanso sigue siendo una quimera, aunque ahora no tanto por la movida como por las terrazas. «La situación ha mejorado a medida que se elimina el botellón y se insonorizan los pubs y discotecas, pero lo que ahora nos impide estar tranquilos en casa es la invasión de mesas y sillas en cualquier esquina», se queja José Carlos Navarro, uno de los cerca de diez mil afectados del casco histórico.
La situación es prácticamente calcada en El Romeral, donde la apertura de bares, restaurantes y cafeterías en el eje formado por la avenida Plutarco y las calles Andrómeda y Antígona trae en jaque a cerca de dos mil residentes. «A todos nos gusta salir a cenar y disfrutar con los amigos, pero el derecho de unos acaba cuando empieza el derecho de los demás. Ha habido familias que han tenido que vender sus casas porque no podían vivir así», comenta el presidente de la asociación de vecinos de esta barriada, Romualdo Núñez, para quien la raíz del conflicto está en la «falta de control municipal» en la ocupación de la vía pública. «Lo que no se puede permitir, y de momento se está permitiendo, es que un negocio con licencia para diez mesas luego ponga treinta o cuarenta», recalca.
Con este panorama, no es de extrañar que personas como Núñez estén encantados con la llegada del frío y la lluvia. «El mal tiempo nos viene bien; en verano esto llega a ser insoportable», recalca.
La misma sensación de alivio temporal tienen los residentes en las principales zonas de ocio de la provincia. Solo en los grandes municipios, serían más de veinte mil las personas con insomnio forzoso, empezando por Puerto Marina y la plaza Solymar en Benalmádena Costa; Puerto Banús y la plaza de los Olivos en Marbella; o Puerto Sol y Puerto Paraíso en Estepona. El entorno de los recintos náuticos en estas localidades se convierten cada fin de semana en epicentro de la marcha nocturna con un hervidero de gente para fortuna de los negocios, pero también para desgracia de quienes intentan dormir unos metros más arriba. Algo prácticamente imposible con los niveles de ruido registrados en la medición que técnicos de la Junta realizaron en varios apartamentos de Puerto Marina el 18 de agosto de 2010: 68 decibelios, y eso que era miércoles.
Benalmádena, a los tribunales
Precisamente esa medición fue la gota que colmó el vaso para la treintena de sufridos residentes que el pasado mes de abril presentaron una demanda contra el Ayuntamiento de Benalmádena, al que reprochan que haya mirado para otro lado durante años a la hora de vigilar el cumplimiento de los horarios de cierre, la insonorización de los locales o la prohibición de los altavoces en el exterior. El gobierno municipal respondió en agosto con decretos de cierre de los pubs y discotecas si no eliminan la música exterior y cierran las terrazas a las dos de la madrugada, aunque de momento pocas cosas han cambiado. «Estamos hartos de buenas palabras y compromisos que no se cumplen. Lo único que queremos es poder descansar sin que nos retumben las paredes», afirma uno de los 31 integrantes de esta cruzada judicial que prefiere guardar el anonimato.
En cualquier caso, se han asesorado bien, ya que cuentan con los servicios del abogado que llevó el caso de los 18 vecinos de El Copo a los que el Tribunal Supremo dio la razón en 2008 condenando al Consistorio de Vélez a indemnizarles con 156.000 euros a cada uno, la mayor sanción hasta la fecha en España por contaminación acústica. Desde entonces, las cosas han dado un giro de 180 grados, hasta el punto de que, pese a que el ambiente actual de este enclave de Torre del Mar nada tiene que ver con la de hace unos años, la Administración municipal ha iniciado los trámites para declararla zona saturada acústicamente para impedir la apertura de nuevos establecimientos de ocio. El otro punto conflictivo en la Axarquía es Nerja, concretamente en la céntrica plaza Tutti-Frutti con una docena de pubs y discotecas que trastocan los planes de descanso de un millar de personas.

Octubre 2011 – Llucmajor facturará a los vecinos las mediciones de ruidos

octubre 27, 2011

Pagarán entre 496 y 864 euros si la prueba no supera el límite de decibelios, mientras que si es positiva lo reembolsará el denunciado.

Fuente: diariodemallorca.es

Ayuntamiento de Llucmajor aprobará en el pleno municipal de hoy una nueva tasa por realizar mediciones de ruidos en locales y establecimientos, que oscilará entre los 496 y los 864 euros según cuándo se realice el control.
Las pruebas de volumen se practican a partir de denuncias por exceso de ruidos. Las mediciones son un servicio municipal que, en el caso de Llucmajor, están subcontratadas a una empresa privada.
A partir de la entrada en vigor de esta tasa, la tarifa de medición de ruidos recaerá o bien sobre el demandado o bien sobre el demandante.
En caso de que la persona que interponga la denuncia tenga razón y el local exceda el límite de decibelios, el establecimiento habrá de pagar la tasa, mientras que si el volumen no supera el máximo permitido, será el vecino denunciante quien tendrá que asumir el coste del servicio municipal.
El precio de la medición de ruidos oscilará entre los 496 y los 864 euros. La tarifa más baja (496 euros) corresponde a las pruebas que se realicen en horario diurno de lunes a viernes. Si el equipo ha de desplazarse en horario nocturno en días laborales, el coste ascenderá a 616 euros.
Los fines de semana realizar una medición será todavía más caro, ya que la tarifa de los sábados será de 772 euros, mientras que los domingos y los días festivos se pagará la cuantía más elevada (864 euros).
Diario de Mallorca intentó repetidamente ponerse en contacto con el regidor de Medio Ambiente, Joan Antoni Amengual (PP), para conocer el porqué de esta nueva tasa. Hoy se someterá a votación en el pleno municipal y, previsiblemente, será aprobada con los votos a favor del PP, que ostenta la mayoría absoluta en el municipio.

Un problema para los vecinos
Esta nueva ordenanza fiscal podría suponer un problema para los vecinos que quieran denunciar los excesos de ruido, sobre todo en los casos más cercanos al límite legal.
Actualmente, este tipo de quejas vecinales son frecuentes en la zona costera de s´Arenal y, muy especialmente, en verano.
El aumento de la población durante la temporada alta turística supone la apertura de más establecimientos de ocio nocturno, que conllevan la presencia de más ruido y, en algunos casos, pueden suponer un problema para el descanso de los vecinos.

Octubre 2011 – Condenados a vivir 3 meses fuera de su casa por Ruido

octubre 13, 2011

Fuente:  abc.es

La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un hombre y una mujer a no residir en su propia vivienda durante tres meses después de que sus vecinos de comunidad les denunciaran por las molestias y ruidos que causaban.

La sentencia de la Sección Séptima confirma otra anteriormente dictada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Mislata, contra la que los demandados interpusieron un recurso de apelación. La comunidad de propietarios del inmueble, ubicado en la localidad valenciana de Xirivella, demandó a la pareja por las «molestias y ruidos, sobre todo nocturnos», que provenían de su casa desde finales de 2006. Las quejas vecinales se plasmaron en diferentes actas de reuniones de la comunidad de propietarios, que llegaron a grabar los ruidos que se generaban en la vivienda denunciada.

Amenazas y agresiones

La relación entre demandantes y demandados derivó además en un juicio de faltas por amenazas y agresión que acabó con sentencia absolutoria, burofaxes y un acto de conciliación requiriendo a la pareja el cese del ruido denunciado.

Las molestias cesaron durante algún tiempo pero se reanudaron en 2009, como continuaron denunciando los vecinos y consta en diferentes intervenciones policiales

Octubre 2011 – La Junta mantiene en suspenso el proyecto de Repsol porque la empresa que realizó el estudio acústico no está homologada

octubre 7, 2011
Fuente: diariosur.es
La velocidad de los trenes AVE que discurren cada día por el túnel del soterramiento que desemboca en la estación contrasta con la lentitud del proyecto para construir en superficie la avenida que permitirá cicatrizar para siempre la herida que durante décadas ha separado a los barrios del oeste de la ciudad. Esta importante actuación, a cargo del Ayuntamiento, no ha podido encarrilarse aún porque los rigores de la crisis la han hecho depender del dinero de unos convenios urbanísticos que todavía no puede gastarse y que, según pudo conocer ayer SUR, puede tardar aún varios meses en estar disponible. Y es que los trámites necesarios para usar los fondos ya depositados en las arcas municipales por el acuerdo para construir torres de pisos en los suelos que ocuparon los depósitos de Repsol, junto a la avenida de Juan XXIII, que suponen casi la mitad de lo ingresado en total por los convenios del nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), han quedado bloqueados.
El motivo es que la Junta de Andalucía ha rechazado el estudio acústico que faltaba para poder levantar la suspensión que pesa desde enero sobre el proyecto de las torres de Repsol. Hasta que no se levante esa suspensión, el equipo de gobierno no puede tocar los 12 millones de euros que se ingresaron a cuenta del convenio de este sector y que representan casi la mitad de los 28 ya recabados por los acuerdos contenidos en el PGOU. De esa cantidad, solo el 49% puede usarse para obras como el bulevar, ya que el 51% tiene que dedicarse a la promoción de viviendas de protección oficial. De ahí que sea tan relevante poder disponer o no de los 12 millones de Repsol, que por ahora siguen blindados.
Pleno extraordinario
El citado estudio acústico, encargado por los promotores de las torres, fue aprobado por un pleno extraordinario celebrado a principios del mes pasado, un síntoma de la urgencia con la que el Consistorio desea poder hacer uso del dinero ingresado por los convenios para poder emprender el bulevar, cuya primera fase está valorada en 16 millones de euros. Acto seguido, fue remitido a la Consejería de Obras Públicas con la solicitud de que se levantara la suspensión del proyecto de las torres al cumplirse el trámite que faltaba. Sin embargo, según pudo conocer ayer este periódico, la Junta ha devuelto el expediente al Ayuntamiento porque la empresa que ha realizado el estudio no está homologada, es decir, no es reconocida como tal por la administración.
Esto implica que los promotores del proyecto de Repsol tendrán que encargar a otra empresa un nuevo análisis acústico de lo que supondrá el desarrollo de esta controvertida actuación urbanística en el futuro para volver a remitirlo al Gobierno andaluz y recabar su plácet.
Hasta que eso no suceda, el dinero del convenio de Repsol, del que todavía quedan por ingresar 70,3 millones de euros de aquí diciembre, queda paralizado y, con ello, los fondos que, según han venido apuntando los responsables municipales, van a servir para financiar la primera fase del bulevar.
La contratación de esta fase está pendiente desde el pasado mes de marzo precisamente porque no estaba clara la disposición del dinero necesario para soportarla. Una vez que sí haya recursos para acometerla, su inicio no será inmediato, ya que el procedimiento burocrático para adjudicar los trabajos a una constructora puede demorarse un mes o más por la normativa de contratación que rige las actuaciones de ese montante económico.
Así, se antoja muy complicado que este año puedan comenzar las obras del ansiado bulevar por miles de vecinos, que aún confían en que su ejecución ofrezca puestos de trabajo a los parados de los barrios cercanos.

Octubre 2011 – El Consistorio de Marbella considera «excesivo» pagar medio millón a los vecinos por los ruidos de la estación

octubre 5, 2011

Fuente: Cristina González | Marbella | diariosur.es

Que no les haya pillado por sorpresa la cuantía de la indemnización no quiere decir que estén de acuerdo con la cifra que marca el auto. El portavoz del equipo de gobierno, Félix Romero, no se anduvo ayer por las ramas: «Creemos que la cantidad es un poco excesiva pero en cualquier caso no podemos criticar las resoluciones judiciales; la única crítica solo puede ir a través del recurso». Con estas palabras, el concejal valoró el desembolso de más de medio millón de euros que el Ayuntamiento realizará para afrontar una condena del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) de 2008 tras las denuncias de dos vecinos por las molestias que les producen los ruidos de la estación de autobuses, adelantada ayer por SUR.

Poco margen de maniobra legal le queda al Consistorio más que abonar la indemnización, como el propio concejal reconoció, y poner medidas para frenar la contaminación acústica en la terminal de autocares. El coordinador general de Hacienda, Carlos Rubio, ya ha ordenado el pago de 584.888 euros a los dos demandantes, uno de ellos ya fallecido y que en este caso irá a manos de sus herederos. «Entendemos que es desmesurado», reiteró Romero sobre el dinero que tendrán que abonar a las dos familias afectadas por el traslado de la estación a la zona norte de Marbella.
Sobre los avances para revertir la situación, asumió que es responsabilidad de la administración municipal paliar el ruido. «Nadie niega que pueda dar molestias a terceros y desde que conocimos lo que pasaba, no de ahora sino desde la primera sentencia, hemos planteado todas las medidas posibles para minimizar el daño», apuntó el portavoz del equipo de gobierno. Eso incluye que la nueva empresa que se hará cargo de la gestión de la terminal en el concurso público que se convocará en los próximos meses tendrá que adoptar medidas en este sentido, aunque no adelantó ninguna de ellas.
De lo que no hay planes es de un posible traslado de la estación de autobuses a una zona alejada de las viviendas. «El Plan General no fue redactado por este equipo de gobierno y es el que determina la ubicación de esta infraestructura. A día de hoy el traslado no dependería solo del Ayuntamiento sino de más administraciones así que vamos a tratar de ir haciendo la casa por los cimientos; arreglar la situación en la medida que podamos», concluyó.

Septiembre 2011 – La Policía Local denuncia a cuatro bares del puerto deportivo de Estepona por ruidos

septiembre 19, 2011

Fuente: EuropaPress | Estepona

La Policía Local de Estepona (Málaga) ha denunciado durante este pasado fin de semana a cuatro bares de copas del puerto deportivo de la localidad ya que el ruido trascendía al exterior de los establecimientos de ocio.
Esta actuación se enmarca dentro de las que se llevan a cabo en materia administrativa para preservar la seguridad ciudadana, han precisado desde el Consistorio, y han informado de que los agentes realizaron el seguimiento y la inspección de los locales en cumplimiento de las ordenanzas municipales en materia de seguridad y prevención, documentación, ruidos y horario de cierre en las zonas de ocio de toda la ciudad.
En el capítulo de seguridad ciudadana, los agentes llevaron a cabo controles conjuntos con la Policía Nacional. Así, la intervención más destacada fue el control nocturno en la avenida Juan Carlos I, en las proximidades de la barriada San Isidro y urbanización el Capricho, donde los perros de la Unidad Canina de la Policía Local detectaron droga a dos personas, que fueron denunciadas por posesión ilícita de sustancias estupefacientes.
En materia asistencial y preventiva, los agentes de la Policía Local intervinieron en un conflicto privado entre vecinos y llevó a cabo vigilancias concretas en plazas, alrededores de los colegios e institutos de la ciudad, así como en aquellos lugares donde podrían consumirse sustancias estupefacientes.
Respecto al tráfico rodado, coincidiendo con la campaña general de la DGT sobre uso del cinturón de seguridad y sistemas de retención infantiles, realizaron un total de cinco controles en los que fueron inspeccionados 613 vehículos. De ellos, 12 conductores fueron denunciados por no llevar puesto el cinturón de seguridad.
Al margen de esa campaña, los agentes de la Unidad de Tráfico de la Policía Local, intervinieron en cuatro accidentes de tráfico, dos con resultado de un herido leve en cada uno de ellos, y otros dos accidentes con sólo daños materiales.

Agosto 2011 – A mucho ruido, oidos sordos @EduardPunset

agosto 1, 2011

Fuente: eduardpunset.es

A veces la contaminación acústica es tan ofensiva y brutal –sobre todo si se tiene en cuenta que la mayor parte de la población española es mayor y, por lo tanto, tiene los oídos delicados– que no tiene perdón de Dios la inhibición de las autoridades ante esta ofensa al común de los ciudadanos.

 

Gremios como el de arquitectos y constructores de grandes aeropuertos son también cómplices de esta falta de consideración hacia las personas de edad y los discapacitados, a los que se obliga a recorrer pasillos interminables en nuestros sobredimensionados aeropuertos y estaciones de AVE. ¿Se es consciente de que tarde o temprano esta falta de educación y sentimientos hacia la sociedad será rechazada y hasta penalizada por los países modernos?

¿Quién no se ha visto obligado a cambiar no solo de acera, sino de calle, y acurrucar a los bebés para protegerlos de la agresión auditiva prodigada por una perforadora que, en pleno tránsito, aterra con sus ruidos a los transeúntes?

¿Han sufrido alguna vez el penetrante resonar del motor de una moto pilotada por un joven al que nadie ha tenido tiempo todavía de enseñar el respeto debido a sus semejantes? ¿Hasta qué grado puede llegar la incultura del público que no levanta la mano acusadora contra el delincuente que avasalla, amenaza y rompe el delicado sistema auditivo de los mayores? ¿Hasta dónde puede llegar la confusión entre los delitos tradicionales, como el robo de su cartera a un solo individuo y los destrozos colectivos causados por la violación de las reglas que, supuestamente, deberían impedir la contaminación acústica?

Muchos de nuestros amigos no han querido entrar en la edad moderna o en la sociedad de las nuevas tecnologías. Se fijan en los delitos tradicionales cometidos soliviantando a una sola persona, como el soborno, el robo, el engaño, la ocultación de la identidad, pero no les apetece todavía empatizar a nivel social, contribuir al bienestar de los colectivos impidiendo que los niños griten o lloren sin parar en los restaurantes o las plazas públicas, interfiriendo en la paz de los demás; no han querido entender que no se puede despedir a un empleado de su oficina a gritos por el móvil desde un vagón de tren, en el que se supone que los demás quieren pensar o trabajar en sus cosas.

Las propias Fuerzas de Seguridad no han adquirido la cultura necesaria para proteger a los ciudadanos de males que son perfectamente remediables, como la contaminación acústica; interferir en la libertad de movimiento de los ciudadanos, interrumpiendo sin explicación ni legitimidad el tráfico en una calle determinada; aplicar con rigidez sospechosa multas de tráfico por violaciones mínimas o violar las leyes haciendo que proliferen las escuchas telefónicas a ciudadanos.

Hay muchos más indicios de la insensibilidad de la gente a delitos cometidos por la propia autoridad pública, sin ser conscientes de ello ni la jerarquía delictiva ni el público. En un pueblo de la costa cerca de Barcelona, yo he soportado el anuncio repetido por altavoces estridentes e ininteligibles del propio Ayuntamiento, que recurre a desfasadas tecnologías para comunicar a sus conciudadanos los peligros de un mar agitado, de olvidar a los niños en plena ciudad o los avatares del estado del mar.

Dentro de pocos años se habrán equiparado las penalidades impuestas a los delitos de rateros con aquellas aplicadas a los cometidos por quienes no han querido enterarse de que el mundo ha cambiado; de que la tecnología permitirá eliminar la pugna tradicional entre los que no tenían nada y los que tenían algo a lo que aferrarse. Para ello, hará falta aceptar que no solo se puede atentar contra los demás robándoles la cartera, sino también interfiriendo en sus sentidos y sentimientos.

Junio 2011 – El ZUMBIDO

junio 16, 2011

Los vecinos de un pueblo inglés oyen por las noches un extraño sonido de baja frecuencia. Y no es la única zona del planeta que ocurre este suceso.

Fuente: Ideal.es

Para algunos habitantes de Woodland, un pueblecito de 300 habitantes en el condado inglés de Durham, acostarse se ha convertido desde hace meses en una tortura cotidiana. Alrededor de la medianoche, empieza el ruido: un sonido grave, continuo, a un volumen casi inaudible, que acaba agigantándose en su cabeza hasta impedirles conciliar el sueño. Lo han comparado con el molesto motor de un coche aparcado en las inmediaciones, o con el rumor lejano de una maquinaria que parece incongruente en esta zona de granjas. Quienes lo perciben aseguran que cesa a las cuatro de la madrugada: «Entonces es la gloria, porque vivimos en un lugar aislado sin tráfico. Pero deja un murmullo en tu cabeza durante el resto del día», ha declarado al ‘Daily Telegraph’ una vecina del lugar, Marylin Grech. El problema, claro, es que muchos residentes no oyen nada y siguen durmiendo como benditos, agradecidos al silencio de la campiña, así que persiste la duda de si el ruido existe de verdad.
«Es como una línea eléctrica sobrecargada», ha descrito otro de los afectados, Kevin Fail, convencido de que el sonido misterioso procede de los antiguos pozos mineros. Otra versión lo atribuye al sistema de calefacción de alguna casa del entorno. Los que lo escuchan han cumplido con todos los rituales domésticos posibles para identificarlo: desconectar los electrodomésticos, cerrar todas las llaves de paso, salir de patrulla por las calles desiertas y, por supuesto, taparse los oídos, para comprobar si la fuente de tanta inquietud se esconde en algún rincón de su cerebro: «Entonces se para, así que sé que no está en mi cabeza», rechaza Grech. Incluso hay quienes dicen, en el colmo de la desesperación, que sus camas vibran.
El fenómeno -que, por cierto, también está dando al traste con la tranquilidad diurna de Woodland, al haber atraído a periodistas, curiosos y aficionados a los enigmas- parece un calco de lo ocurrido en el pasado en otros lugares del mundo. Es algo tan recurrente que incluso tiene nombre propio en inglés: The Hum, El Zumbido, como si fuese el título de una película de serie B. Entre los antecedentes más relevantes está, también en Inglaterra, el ruido que dijeron escuchar mil personas en el Bristol de los 70. También se ha convertido en un clásico el Zumbido de Taos, una localidad turística de Nuevo México. Y en Auckland, Nueva Zelanda, hubo quienes se mudaron de casa para librarse por fin de la insidiosa vibración nocturna, que incluso fue grabada por el profesor universitario Tom Moir. La lista incluye Largs (Escocia), Copenhague (Dinamarca), Vancouver (Canadá), Kokomo (Estados Unidos), Sydney (Australia), Hawai…
El silencio imposible
«Siempre hay ruido de baja frecuencia en un ambiente ‘silencioso’. Su origen suelen ser fuentes industriales o de transporte que están demasiado lejos para ser identificadas», apunta Geoff Leventhall, consultor del Gobierno británico en cuestiones acústicas, que también apunta la posibilidad de «falsas percepciones» debidas a acúfenos, sinestesia u otras causas. Cuando se escucha algo, aunque sea a un volumen mínimo, la situación y la psicología humana pueden hacer el resto: «Los sonidos de baja frecuencia que superan por muy poco el umbral del oído humano pueden ser percibidos como altos, incluso como incómodamente altos -apunta un estudio de la Universidad de Salford-. El sonido puede ir creciendo en importancia hasta volverse absorbente».
En muy pocas ocasiones se ha conseguido explicar estos fenómenos. El zumbido de Hawai se achacó a la actividad volcánica, y en Kokomo se rastreó el ruido hasta el ventilador y el compresor de unas instalaciones industriales. En la mayoría de los casos, a falta de conclusiones científicas, la imaginación popular da con todo tipo de interpretaciones creativas: experimentos militares, comunicación de submarinos, actividad de satélites, extraterrestres, fantasmas… Todas esas hipótesis se cuelan por las noches, con un zumbido, en los dormitorios de Woodland.

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